Opinión
Martes 10 de octubre de 2023Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Israel: exterminio palestino // Prioridad, detener la masacre // ONU, florero

Carlos Fernández-Vega
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▲ El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, se declaró angustiado por el anuncio de las autoridades israelíes de un asedio total a la franja de Gaza en Israel después de un ataque de Hamas y la respuesta de Tel Aviv.Foto Ap
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alvaje, como acostumbra en estos casos, el gobierno de Israel ha ordenado el asedio total a la franja de Gaza (ni electricidad, comida, agua, ni gas; todo cerrado, porque estamos combatiendo contra animales y actuamos en consecuencia, dijo su cavernícola ministro de Defensa, Yoav Gallant), mientras el primer ministro Benjamin Netanyahu advierte que vamos a cambiar Oriente Medio; hay que prepararse para una guerra larga y difícil.

En los hechos, eso es lo que el gobierno de Israel ha hecho desde su fundación: mantener una guerra contra los palestinos, asediarlos, sangrarlos, encerrarlos, robarles territorio, negarles cualquier posibilidad de bienestar y sistemáticamente violar sus derechos humanos, de tal suerte que las barbaridades del ministro de Defensa y las de Netanyahu no son más que la reiteración de lo que cotidianamente hace el Estado de Israel desde hace 75 años.

La diferencia es que ahora ellos han sido agredidos por una organización fundamentalista –que a las barbaridades responde con más barbaridades– como réplica al asedio del que ha sido víctima el pueblo de Palestina. El diccionario de la Real Academia de la Lengua detalla qué es asediar: “cercar un lugar fortificado, para impedir que salgan quienes están en él o que reciban socorro de fuera … Presionar insistentemente a alguien”, es decir, exactamente lo que el gobierno de Israel viene haciendo desde hace 75 años.

La violencia institucionalizada del gobierno israelí es válida (según él, desde luego), pero de ninguna manera la ejercida, como respuesta a la agresión, por quienes han sido víctimas permanentes de esa brutalidad institucionalizada. Al mismo tiempo, cancela cualquier posibilidad de alcanzar la paz y negociar una salida para que esa región, por fin, alcance la estabilidad y la convivencia pacífica, sin fundamentalismos.

El balance es tétrico (sin considerar el día a día previo a esta etapa, que también es brutal): hasta ahora, más de 900 israelíes muertos y 2 mil 700 heridos; por el lado palestino se reportan 500 muertos (entre ellos, 150 niños) y más de 2 mil 300 heridos, un saldo que crece minuto tras minuto. Pero Israel niega cualquier posibilidad de negociar la paz, porque su objetivo es arrasar con el pueblo palestino, es decir, lo mismo que planeó Adolfo Hitler pero en contra del pueblo judío. La violencia es condenable en cualquiera de sus manifestaciones, pero quien agrede permanentemente no puede llamarse a sorpresa por una respuesta como la que ahora se registra en Medio Oriente.

¿Qué esperaba Israel tras años y años de violaciones al derecho internacional, expansionismo, ataques, apartheid, despojo y muerte? Como diría Fidel Castro, cese la filosofía del despojo y cesará la filosofía de la guerra.

¿Y la Organización de Naciones Unidas? Inútil, como siempre, pero eso sí por discursos no para. Ayer, su secretario general, Antonio Guterres, dijo que esta ola de violencia no surge de la nada, sino que nace de un conflicto de larga duración, con 56 años de ocupación y sin un final político a la vista. Reconozco los legítimos agravios del pueblo palestino, pero nada puede justificar estos actos de terror y el asesinato, mutilación y secuestro de civiles. Estoy profundamente angustiado por el anuncio de Israel de un asedio total de la franja de Gaza donde la situación humanitaria era extremadamente difícil antes de las hostilidades y ahora se deteriorará exponencialmente. Mi llamado es al cese inmediato de estos ataques y a la liberación de todos los rehenes. Bien, pero hasta ahí, y se dio por bien servido al igual que el Consejo de Seguridad, que tampoco resolvió absolutamente nada.

No es gratuito lo dicho ayer por el presidente Andrés Manuel López Obrador: hace falta más actividad de la ONU; debe de aplicarse a fondo, no sólo el Consejo de Seguridad, porque estamos viendo que no apuestan a la búsqueda de la paz; siempre bloquean cualquier iniciativa en ese sentido. Se debe de convocar a una asamblea de Naciones Unidas con la participación de todos los países miembros para pronunciarse por el diálogo, la solución pacífica y evitar la guerra con todo el daño que ocasiona. Debe tener un papel protagónico, porque si no, ¿quién? Pero la burocracia de ese organismo prefiere convalidar su condición de florero internacional.

Las rebanadas del pastel

¿Y dónde estaba la hoy frenética cobertura de los medios de comunicación cuando, un día sí y el siguiente también, Israel impunemente agredía, robaba, expoliaba y masacraba a palestinos como una práctica normal?

Twitter: @cafevega