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Se aprovecha la UNAM de Cruz Azul 4-1 con doblete del Chino
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▲ Huerta erró el penal, el árbitro ordenó repetirlo y al final anotó.Foto tomada de redes sociales
Alberto Aceves
 
Periódico La Jornada
Domingo 8 de octubre de 2023, p. a31

En el futbol suelen ganar más los mejores equipos, individual o colectivamente, pero participan factores psicológicos y golpes del azar con asidua frecuencia. Por eso es tan imprevisible y apasionante este juego deportivo. Pumas se debatía hasta hace cinco o seis jornadas en una crisis peligrosa, navegaba a mitad de tabla con varios puntos de distancia del líder en el torneo de Liga. Pero de pronto cambiaron los vientos.

En modo felino desde su derrota en el clásico con el América, el equipo universitario arrasó anoche 4-1 a Cruz Azul en su visita al estadio Azteca y se mantuvo en carrera para soñar con el liderato en lo que resta de la campaña. Todo ello de la mano de César Chino Huerta, su jugador más valioso y el único capaz de generar cosas distintas en sus ataques sin ser un centrodelantero.

El Chino se empeñó en llevar a los universitarios a la victoria desde el primer tiempo, cuando La Máquina jugaba mejor y fallaba con demasiada frecuencia frente al arco de Julio González.

Errar el primero de sus dos penales exageró las virtudes de Huerta. Tuvo la fortuna de que el árbitro César Ramos, con ayuda del VAR, repitiera el cobro que había atajado Andrés Gudiño, por adelantarse unos pasos. En su segundo turno, el mediocampista no sólo no falló, sino que mostró el camino a seguir para que Pumas se llevara la victoria (30). Parte de la grandeza de un equipo radica también en ganar cuando no se juega bien. Y sobre eso construyó el técnico Antonio Mohamed su estrategia.

Los celestes dieron señales de resistencia con el empate de Ángel Sepúlveda (45+2), en un tiro de esquina que casi es gol olímpico. Pero Huerta, con su doblete (60), más las anotaciones de Ulises Rivas (72) y Nathan Silva (80) sellaron una goleada difícil de digerir para los aficionados del Cruz Azul. El resultado produjo que muchos de ellos abandonaran sus asientos con 10 minutos todavía por jugar, mientras el ¡Dale, Pumas, dale, dale oh! retumbaba por las zonas más altas.

En un estado de autodestrucción constante, La Máquina se sumergió de nuevo en las profundidades de la Liga, donde su única esperanza es el play-in para llegar a la liguilla.