Desconectada de los problemas administrativos que tienen a los clavadistas sin beca, Gabriela Agúndez se concentra en su participación en los Juegos Panamericanos.

Hemos pasado por una situación complicada, decidí dejar de lado los temas extradeportivos y enfocarme en lo que viene. Tenemos competencias importantes y no debemos distraernos; mi cien por ciento está en mis entrenamientos, mis descansos y llegar fuerte a Santiago, comentó la seleccionada.

Agúndez, medallista olímpica de bronce en la modalidad de sincronizados en Tokio 2020, realizó en tiempo y forma la solicitud de be-ca a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) tras su cuarto lugar en el Mundial de Fukuoka. A partir de entonces se enfocó por completo en el cierre de su preparación.

Fue un resultado muy bueno y creo que sí se necesita apoyo; sin embargo, la prioridad ahora es dejar en alto el nombre de México en los Panamericanos. Tenemos grandes rivales, como Estados Unidos y Canadá, a los cuales estoy segura podemos ganarles.

Gaby ya no es la misma chica de 19 años que compitió en Lima; en su segunda justa continental aspira al metal dorado.

No hemos cambiado nuestra lista de clavados en lo que se refiere a sincronizados. Alejandra (Orozco) y yo le apostamos a perfeccionar los que ya tenemos y al grado de dificultad para marcar la diferencia. Está en nuestras manos dar un gran resultado. Me siento una atleta más preparada y madura que hace cuatro años.

En lo individual, la clavadista tiene todo el palmarés para brillar. Su historial ganador comenzó a los 14 años en los Centroamerica-nos de Veracruz 2014, repitiéndose en Barranquilla 2018 y en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Bue-nos Aires, donde logró bronce en plataforma individual.

Pulir los detalles va a ser clave, no es exceso de confianza, pero ya me di cuenta del potencial que tengo y lo voy a explotar, explicó Gaby, quien inicia su participación en Santiago el 20 de este mes.

Los retos no son nuevos para la seleccionada quien, entrando a la adolescencia, tuvo que separarse más de mil kilómetros de su familia en La Paz para radicar en la Ciudad de México. Algunos años después tuvo que mudarse a Guadalajara, donde entrena con Iván Bautista.

Gaby y Alejandra buscarán su boleto olímpico en sincronizados el próximo año en el Mundial de Doha.