Ante la saturación de albergues por la alta afluencia de personas en movilidad en la Ciudad de México y zona conurbada, la congregación Misioneros de San Carlos Scalabrinianos abrirá este mes un nuevo refugio en Ecatepec, informó a La Jornada el presbítero Juan Luis Carbajal, integrante de la orden y director de la Casa del Migrante Arcángel Rafael de Iztapalapa.

El también director de la Pastoral de Movilidad Humana de la Arquidiócesis Primada de México detalló que el nuevo parador será preferentemente para mujeres e infantes. Estamos en espera del visto bueno y sugerencias de Protección Civil. Esperamos que pueda comenzar a usarse dentro de ocho a 10 días, una vez que revisen las instalaciones de gas, pero la apertura oficial, con la presencia del alcalde (Fernando) Vilchis y del obispo de Ecatepec, (Roberto Domínguez), dependerá de sus agendas.

En una visita a la Casa del Migrante Arcángel Rafael (que cumplirá un año), precisó que el nuevo espacio podrá albergar a 150 personas, por lo que los scalabrinianos (cuyo carisma es justamente la atención a migrantes) tendrán cinco refugios en el país.

Explicó que actualmente tienen inmuebles de este tipo en Tijuana, Nuevo Laredo, Guadalajara, Ciudad de México (la que dirige) y próximamente la de Ecatepec, que está cercana a Indios Verdes. Esta última la gestiono como scalabriniano, no como titular de Movilidad Humana.

Agregó que se requieren más espacios para dar cobijo a migrantes, porque desde hace alreddor de año y medio el flujo se ha incrementado notablemente, sobre todo de venezolanos, pues cerca de 95 por ciento de albergados en en la casa Arcángel Rafael son de este país.

Precisó que el gobierno debería abrir lugares, como cuando la guerra de Ucrania. Cuando fue la oleada de ucranios en una unidad deportiva de Iztapalapa abrieron un gran albergue. La Marina puso un tráiler donde cocinaba para ellos. Atendieron a esta población, se agilizaron los trámites y ahora todos están en Estados Unidos. Parece que hay migración VIP.

A centroamericanos y sudamericanos los someten a una tramitología engorrosa que les obliga a pasar por diligencias que no necesitan y que los mantienen mayor tiempo en el país, expuestos a diversos riesgos, carencias y violaciones a derechos humanos.