Viernes 6 de octubre de 2023, p. 25
Kiev. Al menos 51 personas, incluyendo un niño, murieron en un bombardeo ruso mientras asistían a un funeral en un pueblo de la región de Járkov, en el este de Ucrania, anunciaron ayer las autoridades del país eslavo.
El ministro del Interior, Igor Klymenko, afirmó que las víctimas asistían a una ceremonia en honor a un vecino fallecido, en Groza, un pueblo de 330 habitantes.
Según él, al acto luctuoso habían concurrido unas 60 personas, y entre los muertos hay un niño de seis años.
El presidente Volodymir Zelensky, actualmente en España para una reunión de dirigentes europeos, anunció primero un balance de 48 decesos en esta localidad cercana a la ciudad de Kupiansk, próximo a la línea del frente, y denunció un crimen ruso manifiestamente brutal
.
Horas después, el ministerio del Interior subió el saldo mortal a 51.
La coordinadora humanitaria de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para Ucrania, Denise Brown, se declaró horrorizada
por el bombardeo. Las imágenes son absolutamente terribles
, escribió en un comunicado. En las gráficas tomadas por la policía local se ve una zona de escombros y a varios rescatistas transportando cuerpos.
Zelensky publicó la imagen de una mujer arrodillada junto a lo que parece ser un cadáver, con varios cuerpos a su alrededor.
La ofensiva destruyó una tienda y una cafetería donde se oficiaba la referida ceremonia fúnebre, detalló el ministro del Interior, Igor Klymenko, ante la televisión nacional.
Había civiles en la tienda, y en la cafetería estaban reunidos para una ceremonia luctuosa
, declaró.
El balance podría subir ya que estiman que entre cinco a siete personas podrían estar bajo los escombros
, agregó.
Sistemas antiaéreos
El responsable ucranio de Defensa, Rustem Umerov, sostuvo que el ataque es una prueba de que Ucrania necesita más sistemas bélicos antiaéreos para proteger (se) del terror. Estamos discutiendo esto con nuestros socios
, señaló.
Las fuerzas rusas capturaron extensos territorio de la región de Járkov en los primeros días de su invasión, iniciada en febrero de 2022.
Desde entonces, las fuerzas ucranias recuperaron gran parte del territorio fronterizo durante una ofensiva relámpago lanzada a finales del año pasado, pero la capital regional, que también se llama Járkov, sigue siendo objeto de bombardeos frecuentes.
La Casa Blanca aseguró que el ataque es un ejemplo para seguir apoyando a Ucrania.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y el canciller de la Unión Europea, Josep Borrell, condenaron por separado el ataque.
Por otra parte, las autoridades rusas informaron que un ataque con drones causó apagones en la región de Kursk, cercana a la frontera con Ucrania, donde en los meses recientes las defensas aéreas de Rusia han aumentado las intercepciones de vehículos aéreos no tripulados en el marco de la ofensiva ucrania.