Opinión
Jueves 5 de octubre de 2023Ver día siguienteEdiciones anteriores
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AMLO con cancilleres: objetivo, migración
Ana María Aragonés
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MLO se reunirá con los cancilleres de las 10 naciones que presentan el mayor flujo migratorio en el continente con el fin de presentar un conjunto de propuestas al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para atender y dar soluciones al fenómeno en la región. La acción del presidente López Obrador es importante y debe aprovecharse tan destacada audiencia para reflexionar sobre las causas del fenómeno que exige abordar los dos polos de la ecuación, es decir, la responsabilidad del polo receptor (Estados Unidos) y las responsabilidades de los países expulsores ante la falta de protección a sus poblaciones.

En este sentido, considerar que la política migratoria de Estados Unidos es de contención, retrasos flagrantes para otorgar documentos de asilo y refugio, lo cual genera caos en los límites con México, y se convierte en una estrategia generadora de crisis fronterizas fácilmente utilizadas para criminalizar a los migrantes, la aplicación unilateral e ilegal de sanciones y bloqueos y sus innumerables injerencias para descarrilar procesos de cambio en los países latinoamericanos, todas estas son políticas generadoras de migraciones y caos. Estas maniobras muestran la absoluta irracionalidad de los gobiernos del vecino del norte, demócratas o republicanos, utilizar a los migrantes como el arma más poderosa para ganar las elecciones. Y si no, hay que asomarse a las nuevas apariciones de Donald Trump, cuyo único proyecto es denostar a México y los migrantes para que sea ovacionado y sus seguidores se convenzan que todos los problemas provienen de México.

Los países expulsores tendrán que hacer una profunda reflexión para ir a las causas del fenómeno migratorio y tomar conciencia de que las tragedias de sus connacionales no sólo son inaceptables, sino que tienen una enorme responsabilidad. ¿Conocen las autoridades correspondientes cuáles son las razones por las que sus connacionales abandonan sus países, cuáles son las carencias que la mayoría esgrime y por las que se lanzan a esos horrores que todos hemos conocido? Esta ampliamente documentado que la gran mayoría de esas personas huyen del hambre, de la falta de salud, educación, vivienda, empleo, inseguridad, de la corrupción, de la desnutrición de sus hijos, de la precariedad, de violencia de todo tipo, de la desigualdad, y buscan un futuro para sus hijos, de dignidad y justicia social, es decir, de condiciones para una vida digna.

El ejemplo de Suecia que he comentado en otras colaboraciones es importante porque muestra que es posible revertir la tendencia migratoria. A principios del siglo XX se dieron cuenta que no podían echar a andar su revolución industrial porque más de un tercio de la población había emigrado. Entonces decidieron realizar una extensa investigación para lo cual hablaron con sus compatriotas y conocer por qué abandonaron el país. Al término del estudio decidieron que había que otorgar no sólo las mismas condiciones que tenían en Estados Unidos, sino superarlas. Y ya se conocen los resultados.

En este sentido no se puede soslayar que los estados han sido omisos en su responsabilidad de proteger a sus poblaciones. El modelo neoliberal reforzó las relaciones de dependencia y se hizo evidente que las oligarquías se vincularon con los intereses de los países desarrollados y, en el caso de México, la integración de la economía con Estados Unidos ha impedido un desarrollo independiente. Al priorizar la industria maquiladora se han impedido los encadenamientos internos necesarios para generar una industria nacional y soberana. Es esencial en esta reunión plantearse las consecuencias de adoptar un modelo que postergó la construcción de una política para el desarrollo, provocando la salida masiva de migrantes.

Es posible revertir la tendencia migratoria si se superan las condiciones que han dado lugar a estas enormes tragedias y convertir el fenómeno migratorio en una opción y no en una necesidad; ésta es la clave para una migración regular.

Pero los países no pueden enfrentar en solitario los retos de impulsar una política de cambio. Bajo estas circunstancias, la exigencia de la integración latinoamericana se convierte en un requisito de sobrevivencia. Es el camino que permitiría coordinarse en diversas materias, sobre todo científicas y tecnológicas, sumar conocimientos y experiencias en ámbitos de la actividad industrial para incrementar la capacidad productiva, dirigir al sector agrícola hacia la soberanía alimentaria, y conjuntamente garantizar un mercado suficientemente amplio para la producción latinoamericana que permita el tan ansiado desarrollo.