Miércoles 4 de octubre de 2023, p. 5
Los escritores Gabriel García Márquez y Álvaro Mutis, amigos desde su juventud en Colombia, tenían en común que en su obra literaria existía una marcada influencia de su amor por la música, mencionó Gonzalo García Barcha, hijo del Nobel de Literatura 2014.
Ellos se conocieron escuchando música en 1943 en la Universidad Nacional de Colombia, en Bogotá, en una audioteca que era parte de la biblioteca. Aunque ninguno de los dos asistía a clases, mi padre estaba inscrito en derecho y Mutis había dejado la escuela desde el bachillerato, lo que aprovechaban para pasar tiempo escuchando música
, explicó a La Jornada García Barcha.
“Ahí fueron sus primeros encuentros. Creo que tenían unos 19 o 20 años. Comenzó una conversación que no se acabó hasta que murieron con pocos meses de diferencia. Mutis en septiembre de 2013 y Gabo en abril del 2014.”
El diseñador gráfico relató que García Márquez “tenía un rango muy amplio de amor por la música. Una obra de Béla Bartók o de la Sonora Matancera tenían el mismo valor cultural para él. Era realmente un devorador de música, lo que influía mucho sobre su obra.
Él no escuchaba música mientras escribía, pero en sus demás actividades sí lo hacía, y mucho. Esa música permeaba en sus obras, desde lo más popular hasta la música más culta
.
En cambio, continuó Gonzalo García, Mutis “era mucho más especial. Sobre todo escuchaba música clásica, pero era un amante feroz del jazz. Muchos intereses que tenía Álvaro también se reflejaban en su trabajo.
La música lo ayudaba a escribir. Hay en su colección mucha creación del mundo: los llamados al rezo de los almuecín árabes, música griega y del Mediterráneo. Supongo que trataba de absorber de manera musical, auditiva, el espíritu de las diferentes culturas.
Emilia García, nieta del narrador y periodista, dijo que en la correspondencia que revisó para la exposición documental Intacta materia descubrió la dimensión de la melomanía de García Márquez y Mutis.
Yo sabía que a los dos les gustaba la música, pero no tenía idea de hasta qué punto y de la manera que lo hablaban en su correspondencia. Fue maravilloso saber qué era lo que les gustaba, de qué tipo de música hablaban
, añadió la directora Casa de la Literatura Gabriel García Márquez.
“Me gustó mucho descubrir esa parte de Álvaro Mutis, por más que yo sabía que le gustaba la música, no lo sabía tan a fondo. También conocí de otra manera la relación entre Gabo y Álvaro y supe de qué hablaban detrás de escena.”