Martes 3 de octubre de 2023, p. 27
Ginebra. El sector privado está desesperado
por contratar migrantes para cubrir el déficit de trabajadores, sobre todo en Occidente, afirmó ayer la nueva jefa de la agencia de la Organización para las Migraciones (OIM) de Naciones Unidas, quien intentó alejar el debate de la reticencia a los migrantes en el mundo.
Amy Pope, la primera mujer en liderar la OIM, resaltó los beneficios económicos de la inmigración para los países ricos con poblaciones envejecidas y fuerzas de trabajo menguantes, ante la actitud de construyan el muro
en Estados Unidos, que aspira a bloquear a los indocumentados de América Latina y los movimientos de ultraderecha europeos que quieren mantener fuera a los extranjeros.
Escuchamos del sector privado en todo el mundo, pero en especial en Europa y Estados Unidos, que están desesperados por que la migración cubra las necesidades de su propio mercado de trabajo y para continuar impulsando la innovación en sus compañías
, declaró Pope, quien es estadunidense.
Hay pruebas abrumadoras
de que la inmigración beneficia a las economías al cubrir empleos, incrementar la innovación o impulsar la renovación o revitalización de comunidades envejecidas
, sostuvo.
En resumen, la migración es un beneficio
, añadió.
El gobierno de Joe Biden, que apoyó con firmeza la candidatura de Pope al puesto, concedió hace poco permisos de trabajo a casi 500 mil venezolanos, cuyo país de origen está sometido a miles de sanciones estadunidenses, lo que ha derivado a una crisis económica sin precedente.
Los detractores insisten en que esas políticas tal vez son lo que anima a migrantes a viajar a Estados Unidos, y dicen que esas personas acaparan empleos manuales y poco calificados y presionan a la baja los salarios.
Pope insistió en que los países deben garantizar vías legales y adecuadas a la migración, vieja demanda de las instituciones de Naciones Unidas.
La diferencia hoy es que 30 de las economías más grandes han experimentado déficits de trabajadores muy significativos, y lo vemos en todas partes
, señaló. La agricultura, la construcción, la salud y la hostelería eran algunos de los sectores afectados, detalló.
Pope tomó oficialmente el cargo el domingo de manos del portugués Antonio Vitorino, su antiguo jefe, al que se impuso en un pulso entre Estados Unidos y la Unión Europea este año. La agencia con sede en Ginebra sólo ha tenido dos directores generales no estadunidenses desde su fundación en 1951, y ahora tiene 175 estados miembros y más de 20 mil empleados.