Martes 3 de octubre de 2023, p. 25
Nueva York y Washington., Donald Trump se presentó ayer en un tribunal estatal de Nueva York, en el primer día de un juicio civil que enfrenta por fraude y conspiración empresarial, en el cual podría perder el control de varias propiedades icónicas estampadas con su nombre, junto con su imagen de empresario extraordinariamente exitoso con la cual se volvió estrella de televisión y después presidente.
Pero su presencia en el juicio también le ofrece otra oportunidad para captar la atención nacional, porque se proyecta como un candidato insurgente y un mártir que batalla para rescatar a su país de los radicales
y los corruptos en el poder.
El majestuoso edificio del Tribunal Supremo del Estado de Nueva York en Manhattan, rodeado de vallas, incluido el pequeño parque en frente, la Plaza Foley, resguardado por amplia presencia policiaca en coordinación con el Servicio Secreto y otras agencias ante temores de violencia política por parte de simpatizantes del ex mandatario, sirvió de escenario para el teatro que desea crear Trump, al calificar este caso como parte de la cacería de brujas
cuyo fin es descarrilar su campaña electoral impulsada por demócratas radicales
.
Pero el juicio, aunque a veces proyectado como espectáculo por los medios (qué cara y actitud tenía, qué color de corbata tenían los actores, quién se vio feo o no), es una de las primeras veces que la impunidad del autoproclamado gran empresario de bienes raíces podría ser anulada con consecuencias muy reales. Más aún, este juicio civil es sólo uno de cinco que ya están programados contra Trump; los otros cuatro son procesos criminales que podrían implicar condenas de prisión.
Si es declarado culpable de los cargos de fraude y conspiración para cometer fraude con el fin de inflar el valor de sus propiedades, Trump potencialmente podría perder el control de varias de sus propiedades icónicas como la Torre Trump en la Quinta Avenida (pernoctó ahí en su departamento triple, que supuestamente tiene un excusado de oro), y donde bajó de la escalera eléctrica para anunciar su primera candidatura presidencial con un mensaje que incluyó la famosa frase contra México y los mexicanos, así como otros edificios y clubes de golf en Nueva York. Además, se le podría prohibir para siempre hacer y manejar negocios en el estado de Nueva York.
Al llegar al tribunal, Trump continuó con su mensaje de que éste, como todos los casos en su contra, son parte de un esfuerzo para frenar su regreso a la Casa Blanca. Esta es la continuación de la más grande cacería de brujas de todos los tiempos
, afirmó, continuando con su mensaje de que todo esto es parte de un gran ataque político de la izquierda radical
.
En la sala del tribunal, Trump se sentó en la mesa de la defensa, frente al juez Arthur Engoron, a quien ya había insultado al llamarlo trastornado
, injusto
y odiado de Trump
, y en el receso del almuerzo, el ex mandatario llamó a que el juez sea destituido. A su izquierda, del otro lado del pasillo en la sala, estaba sentada la procuradora general del estado de Nueva York, Letitia James, quien formuló la acusación y a quien ha llamado racista
(ella es afroestadunidense) y corrupta
.
El juez, en un juicio civil sin jurado, ya determinó la semana pasada y antes de esta audiencia de que, con base en las pruebas presentadas, Trump infló su fortuna declarada hasta por 2.2 mil millones de dólares al exagerar el valor de varias de sus propiedades y de su empresa, con ello ilegalmente obteniendo préstamos y seguros favorables. Ordenó que las licencias de operación de negocios de Trump en Nueva York fueran canceladas y que las propiedades trasladadas a manos de un administrador nombrado por el juez; aunque todo esto aún no ha sido implementado.
Enfrenta prohibición a hacer negocios en el estado
Durante este juicio, el juez evaluará otros seis cargos contra el magnate, y decidirá sobre la solicitud de la procuradora de imponer una multa de 250 millones de dólares y prohibir a Trump y a su familia (sus hijos y altos ejecutivos también estan acusados en este proceso) encabezar empresas en el estado de Nueva York.
De hecho, la procuradora James ha dicho que las pruebas que se presentarán en el juicio, fruto de una investigación de tres años, demostrarán que Trump infló su fortuna hasta por 3.6 mil millones de dólares. Ha dicho que tiene la intención de poner a Trump, sus dos hijos y su hija Ivanka, en la banca de testigos para ser interrogados por los fiscales.
James, antes de ingresar al tribunal, comentó a los medios: mi mensaje es sencillo; no importa qué tan poderoso eres, no importa cuánto dinero piensas que tienes, nadie esta por encima de la ley
.
El juez pidió a los fiscales y abogados defensores dejar libres sus calendarios para este juicio hasta finales de diciembre, pero aunque se espera que decenas de testigos serán convocados a testificar, el juicio probablemente no se alargará tanto. Pero los abogados de Trump ya han informado que tienen la intención de impugnar los fallos del juez ante tribunales superiores, lo cual implicaría que este caso se prolongará tal vez hasta después de las elección de noviembre de 2024, en la cual Trump espera regresar a la Casa Blanca.
Por ahora este juicio y el teatro político alrededor de éste y los otros procesos contra Trump continuarán. Aun antes de que se abrieran las puertas del tribunal la mañana de ayer, la campaña de Trump ya estaba usando este juicio para recaudar fondos de sus simpatizantes enviando mensajes de que con las donaciones de los millones de patriotas
que rechazan rendir muestro país a la tiranía
se logrará derrotar a estos marxistas
que han hecho todo para evitar que Trump regrese a la Casa Blanca.
A la vez, el hijo de Trump, Don Jr, intentó competir con la hipérbole habitual de su padre declarando en un programa de radio que este juicio se parece al inicio de la revolución bolchevique; no te queremos y entonces vamos a confiscar tu propiedad
.
Afuera, las amenazas de algún motín de fanáticos de Trump no se produjo, sólo unas cuantas personas con un par de banderas pro-Trump y un hombre vestido de negro, con botas militares, gritaba de vez en cuando: te amamos, Trump
. Otros pocos dieron la vuelta por las afueras del edificio con camisetas con la imagen del ex mandatario en la cárcel y el lema arréstenlo
y otras que sencillamente decían culpable
.