México ocupaba en 2020 el lugar 25 entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con un gasto público en salud de 284.78 dólares anuales por persona, 19 veces menos de lo que destinaba Dinamarca y 23 veces menos comparado con Estados Unidos, indica el reporte El enfermo está más grave: Deterioro del sistema de salud en México 2018-2023, de Acción Ciudadana contra la Pobreza.

Refiere que para 2022 casi 40 por ciento de la población carecía de acceso a la salud, lo cual es 2.7 veces más a lo reportado en 2016, cuando era 15.6 por ciento, es decir, 18.8 millones de personas. En 2018, una de cada cinco personas en pobreza no tenían acceso a la salud y para 2022 ya fueron tres de cada cinco personas.

Menciona que también se observó una caída en la vacunación, ya que sólo 46 por ciento de los niños de un año tienen el esquema completo. En 2018, fueron 18.5 millones de hogares, 54 por ciento del total, los que realizaron un gasto de su bolsillo para obtener este servicio, pero en 2022 aumentó a 65 por ciento, es decir, 24.3 millones.

Refiere que el desabasto de medicinas ha sido un malestar significativo. Las instituciones públicas como el IMSS y el Issste han registrado una caída de entre 6.6 y 4.6 por ciento, respectivamente.

Debido a las carencias del sector público, la población recurre a los servicios privados, donde destacan los abusos en cobros. De acuerdo con la Profeco, de 2018 a 2021 se registraron 2 mil 218 quejas relacionadas con hospitales o clínicas, un incremento de 51 por ciento en tres años.

Frente a esta situación, la organización propone atender las causas estructurales del sector salud para transitar hacia un modelo que garantice el cumplimiento del derecho humano de toda persona, además de procurar un sistema de seguro social universal, no condicionado al trabajo, el cual garantice el acceso efectivo a todas las personas.