Puerto Príncipe., Más de 32 mil personas tuvieron que abandonar sus hogares desde mediados de septiembre debido a una nueva ola de violencia en la capital de Haití, Puerto Príncipe, que afecta comunas como Carrefour Feuilles, Tabarre, Solino y Bel Air, lo que los ha obligado a refugiarse en lugares públicos, de acuerdo con las autoridades locales.

La Dirección de Protección Civil reconoció esta semana que las personas desplazadas se congregaron en 45 campamentos, muchos de los cuales no cuentan con los servicios adecuados. La violencia armada en varios barrios de la región metropolitana ha obligado a los habitantes, cada vez más, a buscar un lugar seguro en escuelas, plazas públicas e iglesias, entre otros lugares. Se hacinan para salvar la vida, aunque estén privados de todo, lamentó.

Al menos 26 de los refugios mencionados son escuelas, confirmó el Ministerio de Educación, que identificó a 3 mil 889 estudiantes y casi 300 profesores entre los desplazados de Puerto Príncipe.

Ante este panorama, Protección Civil pidió a las autoridades movilizar los recursos necesarios para asistir a las personas vulnerables, fundamentalmente con comidas calientes, agua potable, insumos de higiene y saneamiento, lonas, colchones y mantas, entre otros.

Organizaciones de asistencia advirtieron que el deterioro de las condiciones sanitarias en los campamentos podría aumentar los riesgos de propagación de enfermedades como sarna, gripe, diarrea, cólera y tuberculosis.

Por su parte, el Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos alertó que los desplazados internos no tienen acceso a los cuidados básicos y las personas con heridas de bala o trastornos sicológicos tampoco cuentan con atención adecuada.

Durante la pasada Asamblea de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el primer ministro haitiano, Ariel Henry, reconoció la crisis es estructural y multidimensional, con un impacto en las instituciones, lo cual impide el desarrollo económico y el progreso social, y que alcanzó una fase crítica con estas olas de violencia, que han provocado más de 3 mil 500 asesinatos y secuestros en lo que va del año, además una migración sin precedente.

En este contexto, el Consejo de Seguridad de la ONU programó una votación para mañana sobre una resolución que autorizará un despliegue de un año de una fuerza internacional para ayudar a Haití a sofocar un aumento de la hostilidad de las pandillas y restaurar la seguridad para que la atribulada nación caribeña pueda realizar las elecciones presidenciales largamente postergadas.

La resolución, redactada por Estados Unidos, acepta la oferta de Kenia de liderar la fuerza de seguridad multinacional. Deja en claro que esto sería una reunión ajena a la ONU ,y que sería una fuerza financiada con contribuciones voluntarias, además de autorizarla por un año, con una revisión después de nueve meses, con permiso de brindar apoyo operativo a la policía nacional de Haití, que carece de fondos y recursos suficientes.