Washington. La amenaza de un cierre del gobierno federal terminó el sábado por la noche –horas antes del límite– cuando el Congreso de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley de financiación temporal y envió el documento al presidente Joe Biden, quien firmó de inmediato.

Tres horas antes de la medianoche –plazo en que el gobierno quedaba bloqueado por falta de fondos– el Senado (de mayoría demócrata) aprobó con 88 votos a favor y 9 en contra un acuerdo presupuestario que pasó el trámite horas antes en la Cámara de Representantes (controlada por los republicanos).

El texto no resuelve de manera definitiva el financiamiento de la mayor economía mundial, sólo aplaza 45 días la parálisis que amenazaba con iniciar a primera hora de este domingo.

El acuerdo presupuestario elimina la ayuda a Ucrania, una prioridad de la Casa Blanca a la que se opone un número cada vez mayor de legisladores republicanos, pero aumenta la asistencia federal para desastres en 16 mil millones de dólares.

Las mayorías bipartidistas en la Cámara de Representantes y el Senado han votado esta noche por mantener abierto el gobierno, evitando una crisis que habría infligido un dolor innecesario a millones de estadounidenses trabajadores, dijo el presidente Joe Biden en un comunicado. Pero reprochó a los republicanos haber desconocido acuerdos sobre gastos pactados hace meses y que no hayan incluido la ayuda militar a Ucrania.

Espero plenamente que el presidente (de la Cámara de Representantes) mantenga su compromiso con el pueblo de Ucrania y garantice la aprobación del apoyo necesario para ayudar al país en este momento crítico, dijo Biden en un comunicado, en referencia al líder republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy.

Después de días de agitación y en un giro de última hora, la Cámara de Representantes aprobó con 335 votos a favor y 91 en contra el texto propuesto por McCarthy, con más apoyos demócratas que republicanos. Esa medida marcó un cambio profundo respecto a principios de semana, cuando un cierre parecía casi inevitable. El texto pasó al Senado, que dio la aprobación final.

Vamos a ser adultos y vamos a mantener abierto el gobierno, dijo McCarthy, republicano por California, antes de la votación.

Los estadunidenses pueden dar un suspiro de alivio, indicó por su parte el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, demócrata por Nueva York.

Un cierre habría ocasionado que la mayoría de los 4 millones de empleados del gobierno no cobraran y también cerraría una serie de servicios federales, desde parques nacionales hasta reguladores financieros. Más de 2 millones de tropas militares en servicio activo y de reserva habrían tenido que trabajar sin paga y los programas y servicios de los que dependen los estadunidenses habrían empezado a enfrentar interrupciones.

Cada semana con el gobierno federal paralizado, le costaría al producto interno bruto (PIB) estadunidense 0.2 puntos de crecimiento en el cuarto trimestre, advirtieron economistas de Goldman Sachs.

Durante la presidencia de Trump, Estados Unidos vivió en 2018 su shutdown (cierre del gobierno federal) más largo, 34 días. Según diversas previsiones, el PIB estadunidense perdió entonces más de 3 mil millones de dólares.

Ucrania en la balanza

La crisis presupuestal de Estados Unidos tiene repercusiones directas en la guerra de Ucrania. Los legisladores deben discutir ahora un proyecto de ley separado sobre 24 mil millones de dólares en ayuda militar a Ucrania que Biden quería incluir en el presupuesto, y es posible que se vote a principios de la próxima semana, informaron medios de comunicación.

Un puñado de republicanos trumpistas se negó a desbloquear cualquier ayuda a Kiev por considerar que esos fondos deberían destinarse a la crisis migratoria.