Las razones por las que niños, niñas y adolescentes son sumados al crimen organizado son mucho más complicadas que el aspecto económico, aseguró Elena Azaola, experta del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas). A estos infantes todos les fallaron: la familia, la escuela, la comunidad y las instituciones del Estado y muchos provienen de hogares violentos.

Esta situación no se soluciona sólo con becas o dinero, porque son realidades mucho más complejas al interior de las familias, a nivel de escuela y de la comunidad. Ante todo se necesita un cambio cultural para reducir la violencia, y no que las estrategias estén centradas en policías, militares y guardia, eso no nos va a dar seguridad.

La también impulsora del Diálogo Nacional por la Paz, que reúne a organizaciones, académicos y credos religiosos, insistió que se descuida lo más importante: la niñez.

Su investigación Nuestros Niños Sicarios (2020), que compiló testimonios de infantes atrapados por la delincuencia, confirma que sus realidades eran difíciles y dolorosas.

Muchos fueron testigos de violencia de género contra sus madres y otros estaban en el abandono, aunque vivían con su familia.

Los entrevisté en 17 estados, en los centros de justicia para adolescentes. Conversé con 730 chicos y chicas, de esos, 255 eran niños sicarios ligados al crimen organizado y lamentó que quizá muchos de ellos, cuando sean liberados regresarán a esas mismas realidades.

Te lavan el cerebro

“Les pregunté ‘¿qué esperas cuando salgas?’, y su respuesta es siempre: ‘depende’, y sí va a depender de si va a haber una familia que vea por ellos, que les importe y que los quiera y conduzca”.

Los infantes y adolescentes, que ingresan a los grupos delictivos, a veces desde los 10, 11 y 12 años, aunque la mayoría ronda los 15 y 16, encuentran en esas bandas una especie de nueva familia. Uno de los entrevistados en Veracruz contó: estuve dos años con la misma organización, y en ese momento me gustaba porque me lavaban el cerebro. Te hacen ver como que son tu familia, porque encuentras en ellos lo que tienes en tu familia, porque son casi siempre mayores de edad.

Aparte, la Red por los Derechos de la Infancia en México, tras el término de la visita a México del Grupo de Trabajo de la ONU sobre Detención Arbitraria, indicó que “se han registrado casos de niñez y adolescentes que pueden ser víctimas de reclutamiento forzado, quienes han sido golpeados y detenidos de manera arbitraria.