Viernes 29 de septiembre de 2023, p. 30
El desastre ambiental ocasionado en 2014 por el derrame de 40 millones de litros de residuos peligrosos de la minera Buenavista del Cobre (de Grupo México) en la cuenca del río Sonora se debió a un diseño inadecuado del sistema de presas de la planta, y aún es alarmante el nivel de contaminación que hay en la región, señaló la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Todavía hay polución a lo largo del río y en las comunidades, hay altas concentraciones de metales pesados, arsénico, hierro y flúor, los cuales se bioacumulan en las personas, y las pérdidas económicas actualizadas son de alrededor de 20 mil 508 millones de pesos, indica el dictamen diagnóstico ambiental elaborado por la dependencia.
Al presentar en video el reporte, la titular de la Semarnat, María Luisa Albores, dijo que no acepta el cierre del fideicomiso de 2 mil millones de pesos para la reparación del daño, que dejó de operar a finales del sexenio pasado, pero no precisó si buscará reabrirlo.
El reporte, realizado por los institutos Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) y Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), indica que en Cananea, donde se ubica la minera, la contaminación por metales pesados en el suelo es alarmante
y tras nueve años del derrame persiste la toxicidad en agua y sedimentos, lo que pone en riesgo la salud de la población.
Refiere que los resultados de análisis de calidad de agua superficial a lo largo del río Sonora indican que la remediación no fue realizada, pues se detectó contaminación por metales pesados desde la parte alta y hasta la presa El Molinito
. Además, la minera acapara 57 por ciento del volumen concesionado de agua subterránea en la región y el acuífero está sobrexplotado, lo cual no se debe a la sequía sino a la actividad minera.
En la presentación del reporte, Adrián Peraza, del IMTA, dijo que en la planta minera había presas de almacenamiento de desechos que nunca operaron. Se analizaron las lluvias y se encontraron dos eventos importantes, pero no extraordinarios, lo que indica que hubo un diseño deficiente del sistema de presas. La empresa después hizo una adecuación y las que había en 2014 fueron destruidas. Se hicieron otras con manejo de lluvias extremas
.
El documento concluye: Se puede determinar que ni el monto pagado por la multa ni las compensaciones entregadas por el Fideicomiso río Sonora, bajo ningún escenario, cubrieron los efectos directos, indirectos y acumulativos en la población, los ecosistemas y la economía, ni los costos de monitoreo y atención de la salud y la calidad de las matrices ambientales y de salud
.