Chihuahua, Chih., Eduardo Cruz Cruz, testigo presencial del homicidio de la defensora de comunidades indígenas Gloria Cañez Chávez y de su hija Sally Avella, perpetrado en el municipio de Balleza el pasado 9 de septiembre, fue asesinado cuando acudía a declarar a la Fiscalía General del Estado, denunció el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres.

Eduardo Cruz y su padre, Isidro Cruz Bustillos, salieron el martes de la comunidad de Yerbabuena, en Balleza, hacia la ciudad de Chihuahua, cuando fueron atacados supuestamente por sujetos que portaban armas blancas, según la fiscalía estatal zona sur.

La organización civil señaló que “estos lamentables hechos son un obstáculo para la obtención de justicia. Exigimos que se investiguen los crímenes, se castigue a los responsables y se brinde la protección adecuada y necesaria a la familia de Gloria Cañez, así como a la comunidad de Yerbabuena, que están recibiendo amenazas.

Hemos solicitado a las autoridades tanto estatales como federales medidas suficientes para garantizar la seguridad y el derecho de la comunidad a defender su territorio.

El Centro de Derechos Humanos recordó que Cañez Chávez mantuvo más de 20 años de lucha, heredada de sus antepasados, a fin de que las autoridades reconocieran el territorio para la comunidad de Yerbabuena, que consta de aproximadamente 60 personas.

Restitución truncada

Este año, el Tribunal Agrario reconoció la existencia y creación de la comunidad, ubicada entre los ejidos de San Carlos, Guajolotes, Chinatú y Catedral, en la sierra chihuahuense. Además, se les reconoció como dueños y dueñas del predio.

El día en que se cometió el asesinato de la defensora de los bosques y de su hija, especificó la organización, se había convocado a una asamblea general para nombrar una autoridad formal.

Gloria Cañez, de 63 años, y su hija, de 23, murieron presuntamente a manos de un grupo del crimen organizado días antes de que la defensora se reuniera con autoridades de la Procuraduría Agraria para restituir tierras que pelea la comunidad rarámuri desde hace décadas, explicó el coordinador del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres, Gabino Gómez.