Madrid. Alberto Núñez Feijóo, líder del derechista Partido Popular (PP), perdió ayer en la primera votación para convertirse en presidente del gobierno español, con 178 votos en contra por 172 a favor.

El conjunto del bloque progresista más las dos formaciones nacionalistas de derecha –el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Junts per Catalunya (JxCat)– cerraron el paso a un posible gobierno de coalición entre el PP y la extrema derecha de Vox, su principal aliado, al tiempo que se abre la puerta a una futura investidura de relección del presidente del gobierno en funciones, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, quien durante el debate parlamentario se ha mantenido en silencio y sin explicar sus potenciales acuerdos con el separatismo catalán, de cara a una futura ley de amnistía y de celebración de un referendo de independencia.

No hubo sorpresas, si acaso algún susto en la bancada socialista por la confusión de un diputado, que en lugar de votar no a la investidura de Feijóo votó sí, pero que luego pudo corregir gracias a que habían pronunciado mal su apellido.

Más allá de ese sobresalto, todo salió según lo previsto: el bloque de la derecha y la extrema derecha, al cual se sumaron los dos diputados de Coalición Canaria y Unión del Pueblo Navarro, votaron a favor de la investidura, y en total sumaron 172 sufragios de respaldo a Feijóo. El resto del Parlamento se pronunció en contra: el PSOE, con 121 votos; Sumar, 31; Esquerra Republicana de Catalunya, siete; Junts per Catalunya, siete; EH-Bildu, seis; el PNV, cinco, y el Bloque Nacionalista Galego, uno.

En total sumaron 178 votos en contra de lo que hubiera sido el primer gobierno de coalición de la derecha con la extrema derecha de Vox, formación política que se muestra orgullosa del legado de la dictadura franquista, que no reconoce la existencia de la violencia machista, no asume los efectos del cambio climático y que reclama la expulsión del país de los extranjeros sin papeles migratorios actualizados.

El camino de Núñez Feijóo hacia el poder se ha visto dificultado por las alianzas con Vox, cuyas posiciones sobre la recentralización del poder en Madrid son anatema para muchos partidos pequeños que representan a las regiones separatistas.

El precio de la amnistía a políticos catalanes

El líder del PP destacó antier que no estaba dispuesto a pagar el precio político de la amnistía que reclamaban los separatistas catalanes a cambio de su apoyo.

Pero ayer, el vocero del partido de derecha vasco PNV, Aitor Esteban, advirtió que si Núñez Feijóo quiere su apoyo, tiene que empezar a descontar 33 votos de Vox. Añadió que en el peor de los casos su partido preferiría apoyar una posible amnistía para los separatistas catalanes antes que una coalición entre la derecha y la ultraderecha a nivel nacional.

El debate de investidura empezó antier, en una primera sesión que se prolongó más de ocho horas, y en el que no se produjo el esperado cara a cara entre el líder del PP y el del PSOE, quien se negó a subir a la tribuna.

El dirigente socialista optó por enviar en su nombre al diputado y ex alcalde de Valladolid, Óscar Puente, mientras se mantuvo en silencio durante toda la sesión, acto inédito en la historia reciente del país.

El segundo debate de investidura comenzó con el discurso de la vocera de EH-Bildu, Mertxe Aizpurúa, quien advirtió a Núñez Feijóo que su grupo parlamentario en ningún caso lo respaldará por tres motivos: su defensa del antifascismo, por la lucha a favor de la clase trabajadora y obrera, y por su aspiración de construir una nueva república vasca independiente del Estado español.

Usted no cree en la dignidad, la paz, la convivencia y la reconciliación, proceso muy difícil que necesita de mucha empatía y valentía, y de poco rencor y odio. Aizpurúa acusó a Núñez Feijóo de creer que la ciudadanía vasca está enferma por cómo vota, por cómo piensa, por cómo siente y cómo quiere construir su presente y futuro. Ni la entiende ni la respeta.

Núñez Feijóo le respondió que no tener sus votos a favor era un orgullo y le exigió una disculpa pública por el supuesto apoyo de la formación separatista a las actividades de la organización armada vasca ETA en el pasado, y a más de cinco años de la disolución de este grupo.

El aspirante del PP, al perder en la primera votación, en la que se exige la mayoría absoluta para salir adelante, tendrá una segunda oportunidad el próximo viernes, pero se descarta que logre la mayoría simple para encabezar el Ejecutivo.

El siguiente paso para desbloquear la gobernabilidad del país será la convocatoria de una nueva ronda de consultas del rey Felipe VI, previsiblemente para el próximo lunes, a la cual acudirán todos los grupos parlamentarios que así lo deseen.

Una vez concluida la ronda –a la que por voluntad propia no asistirán las formaciones nacionalistas catalanas y EH-Bildu–, el monarca, en su calidad de jefe del Estado, podría proponer un nuevo candidato, que sería Pedro Sánchez, al haber obtenido el segundo lugar en los comicios de julio pasado.

A partir de ahí comenzará la cuenta atrás para la negociación de la investidura, en la que estará sobre la mesa la futura ley de amnistía y la aprobación de una reforma que permita el referendo de autodeterminación, con la que los independentistas pretenden construir un nuevo modelo político y territorial en el país.

Si no se forma gobierno antes del próximo 27 de noviembre, se disolverá el Parlamento y se realizará una nueva elección el 14 de enero.

Vox censura libros de educación sexual

Jesús Albiol, el concejal de Cultura de Vox en la localidad castellonense del municipio de Burriana, ordenó la retirada inmediata de todos los libros con contenido sexual, refiriéndose a aquellos relacionados con la educación en esta materia, del área infantil y juvenil de la biblioteca local, y determinó que deben ser trasladados a una nueva área especial para adultos que se ha creado para tal fin, informó la prensa española.

Albiol justifica esta medida en cumplimiento del artículo 20 de la Ley 4/2011 de Bibliotecas de la Comunidad Valenciana, ya que Burriana es un municipio de más de 25 mil habitantes y la normativa contempla que los libros con contenidos en materia de diversidad sexual, de género o de desarrollo sexual deben permanecer en una sección específica y no en espacios al alcance de menores, como se estaba haciendo.

El concejal ya había vetado cinco publicaciones en valenciano con el lema: ha llegado la inquisición.