Jueves 28 de septiembre de 2023, p. 20
El paquete económico del próximo año sienta una desviación en el manejo fiscal que se venía presentando durante este gobierno, sobre todo en lo que resulta del déficit público; así que la presentación de un plan creíble de consolidación fiscal
por la próxima administración será clave para la perspectiva que se tiene sobre México, actualmente estable, explicó Renzo Merino, analista soberano para México en Moody’s Investors Service.
Mauro Leos, director ejecutivo de Moody’s, advirtió que los cambios de administración suelen representar una presión para el marco fiscal, sobre todo en el primer año. En 2024 se observarán las propuestas, la voluntad y capacidad
del gobierno electo para impulsar un paquete de corrección fiscal
, el cual compense y no sólo atienda el déficit de ese año, sino la estructural brecha ingreso-gasto que tienen las finanzas públicas del país, agregó Merino en un evento convocado por la calificadora.
Para el próximo año, el gobierno federal propone un déficit público de 5.4 por ciento del producto interno bruto (PIB), métrica que, de acuerdo con Renzo, se desvía del 2.7 que fue referencia para los primeros cinco años de la administración. El secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, ha explicado que esta ampliación en la brecha ingreso-gasto responde a la necesidad de no dejar obras inconclusas, al incremento en el costo financiero de la deuda y a correcciones por inflación.
Los Criterios Generales de Política Económica proyectan que si bien en 2024 el déficit alcanzará 5.4 por ciento, inmediatamente al siguiente año éste se reducirá a 2.6 por ciento del PIB; una corrección de casi 3 puntos porcentuales que los analistas de Moody’s cuestionaron si es posible sólo con la perspectiva de un menor gasto en obras de infraestructura, dado que se tienen otras presiones inerciales, como el costo financiero de la deuda y las pensiones.
El salto en el costo financiero de la deuda es uno de los aspectos que más ha representado presión para las finanzas públicas en la segunda parte de esta administración, sin un incremento a la par de los ingresos. Merino explicó que otras economías también calificadas con Baa2, como México, están viendo ajustes en su carga de los intereses de la deuda desde 2021, una vez que pasaron los primeros choques por la pandemia de coronavirus.
En México, el pago de intereses de la deuda pasará de absorber 10 por ciento de los ingresos en 2021 a 16 por ciento en 2024. Merino destacó que más allá de la proporción de la deuda como proporción del PIB, el incremento en el costo financiero es un indicador más explicativo en una situación de estrés para las finanzas públicas.
Sobre Pemex, Renzo detalló que la línea presupuestal por 145 mil millones de pesos que se dará a la empresa a través de la Secretaría de Energía, para vencimientos de deuda, sólo implica que el gobierno se está endeudando para apoyar en el muy corto plazo
, pero no representa un cambio estructural en el manejo de la compañía.
La presión que representa la petrolera ya está contemplada en la calificación del soberano con calificación Baa2 y perspectiva estable.
Roxana Muñoz, analista de Pemex, enfatizó que cualquier movimiento en la valuación que se tiene de la deuda de la petrolera, B1 con perspectiva negativa, también será en función de la estrategia de negocios que el próximo gobierno perfile. Destacó que si bien la línea presupuestaria para pagar vencimientos de deuda da ciertas certezas a inversionistas, no resuelve la forma en que está operando la compañía.