Pekín. China se opondrá a la expansión gratuita de alianzas militares, afirmó ayer el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, en la última de una serie de advertencias emitidas en momentos en que Washington profundiza sus alianzas de seguridad en la región Asia-Pacífico.

En rueda de prensa en esta capital, Wang sostuvo que China rechaza la reducción del espacio de seguridad de otros países.

Aseguró que Pekín buscará resolver las diferencias y disputas entre naciones mediante el diálogo y la consulta.

Advirtió que cualquier intento de crear una alianza como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en la región Asia Pacífico sólo provocará conflictos.

También señaló que la rápida expansión de la OTAN en Europa del este es parcialmente causante de la invasión rusa a Ucrania.

Wang se negó a confirmar si el presidente Xi Jinping viajará a Estados Unidos para reunirse con su par estadunidense, Joe Biden.

Se espera que los dos gobernantes se reúnan durante una cumbre del foro de Cooperación Económica Asia Pacífico del 14 al 16 de noviembre en San Francisco, pero Wang no confirmó la asistencia de Xi al encuentro.

El ministro presentó un amplio programa con las metas de política exterior de China para los próximos años.

Construir una comunidad global de futuro compartido es el camino hacia adelante para todos los pueblos del mundo, indica un documento divulgado por la agencia oficial Xinhua.

Sin embargo, no es una meta a ser lograda de la noche a la mañana y no será un camino fácil, agrega el texto.

El documento también se refiere a la guerra de Rusia contra Ucrania, al reiterar un texto divulgado hace unos meses y que fue considerado conciliatorio hacia Moscú. Los conflictos no generan ganadores, señaló el documento dado a conocer ayer, según el cual no hay solución simple a un tema complejo.

El texto contiene una serie de propuestas para abordar varios desafíos globales, como el cambio climático, la pobreza y la seguridad.

Por otra parte, la cancillería china informó que el gigante asiático acordó con Corea del Sur y Japón la organización de una cumbre trilateral que se celebrará lo antes posible, después de una inusual reunión de alto nivel en Seúl.

La cita a la que asistieron subsecretarios y altos cargos de los tres países fue percibida como un intento de apaciguar los temores de China tras la profundización de los vínculos de seguridad de Estados Unidos con Corea del Sur y Japón.

Se acordó que sostener la cooperación repercute en el interés común de los tres países, indicó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin.

Ante la creciente amenaza nuclear de Corea del Norte, el presidente sudcoreano, Yoon Suk-yeol, intensficó el vínculo con Estados Unidos y también dinamizó los contactos con Japón para dejar atrás las rencillas históricas con este país, que también es aliado importante de Washington.

China es el mayor socio comercial de Corea del Sur, pero al mismo tiempo es el aliado militar y protector más importante de Corea del Norte.