El secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, salió al paso de las reiteradas críticas de la oposición en el Senado sobre lo que consideraron un alto endeudamiento propuesto en el proyecto presupuestal de 2024 y les aconsejó buscar opiniones contrastadas con el mercado, analizarlo con profesionales del dinero, que no son políticos, no son burócratas. Son profesionales de las finanzas.

Durante su comparecencia en el Senado y como los cuestionamientos de priístas, panistas y perredistas no cesaban e insistían en que es la deuda más alta de los últimos 35 años, el titular de Hacienda les pidió discusión rigurosa y profesional, no juicios de valor, porque es un tema complejo.

De entrada, les explicó que la propuesta se basa en una proyección razonable, razonada, y que se puede defender en cualquier foro, pero la senadora del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Claudia Anaya llamó incluso a los integrantes del Frente Amplio por México a promover ante la Suprema Corte una controversia constitucional por el exorbitante techo de endeudamiento propuesto por el Ejecutivo federal, ya que no se dedicará exclusivamente a inversión.

La ex priísta Claudia Ruiz Massieu sostuvo que es histórico el porcentaje de deuda pública programada por el Ejecutivo federal para el próximo ejercicio fiscal, porque prácticamente la quinta parte de los ingresos gubernamentales procederán del endeudamiento público, argumento que fue secundado por el perredista Juan Manuel Fócil y Luis David Ortiz Salinas, de MC, y otros opositores.

Ramírez de la O defendió el proyecto presupuestal en un salón de sesiones semivacío, en el que faltaban gran parte de los senadores de Morena y en respuesta a las insistentes interrogantes sobre déficit público y deuda total propuestas para el próximo año, advirtió que se valora en discusiones exigentes con calificadoras e inversionistas de bonos mexicanos.

Les detalló que se plantea un déficit público de 5.4 por ciento del producto interno bruto (PIB) para financiar parte del gasto rezagado en inversión pública, los incrementos en el costo de los intereses de la deuda, entre otros ajustes de inflación.

Menos pasivos que en el pasado

El titular de la SHCP les hizo notar que en esta administración la deuda crecerá 5.2 puntos porcentuales del PIB, sin una reforma fiscal ni remanente de operación del Banco de México, elementos con los que sí contaron las administraciones de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto en las que, pese a tales márgenes, el endeudamiento público avanzó 7.4 y 8 puntos porcentuales, respectivamente.

Se prevé que la medida más amplia de la deuda, el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público, alcance 48.8 por ciento de la economía mexicana.

En la segunda ronda de preguntas, el coordinador del Partido Acción Nacional PAN, Julen Rementería, insistió en ese tema e incluso pidió al funcionario que si no puede decirle no al Presidente (Andrés Manuel López Obrador) mejor renuncie. Mario Zamora sostuvo igualmente que se trata de un presupuesto electorero.

Por el PAN fijó postura la virtual candidata presidencial del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez, quien exigió al secretario de Hacienda responder por qué se han invertido 700 mil millones en pesos en Pemex, que es dinero tirado a la basura, y responder cuánto costara realmente la refinería Dos Bocas.

Pidan esa información a la Auditoría Superior de la Federación, fue su respuesta a Gálvez, quien en su doble papel de legisladora y candidata acusó que en el proyecto presupuestal de 2024 están haciendo un cochinito de 320 mil millones de pesos.

Al mismo tiempo, sus compañeros del PAN exhibían en sus escaños carteles con el mensaje presupuesto electorero y alcancías con la figura del cochinito al que imprimieron la frase: Para Sheinbaum. La también panista Kenia López Rabadán se subió al pleno y se colocó detrás del secretario, exhibiendo uno de ellos.