Con la información que tiene y la colaboración de detenidos y de quienes están fuera, es posible alcanzar lo más importante en la investigación de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa: encontrarlos, sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Condenó que ahora todo se enfoque en culpar al Ejército por su papel en las investigaciones. “No es culpar por culpar, no es nada más: ‘Fue el Estado y fue el Ejército’, y ya. No, vamos a conocer la verdad. No voy a mentir ni vamos a fabricar algo que no sea cierto”.

Expresó su extrañeza porque los padres de los normalistas rehusaron recibir la documentación que se les entregó y planteó su discrepancia sobre su valoración de que ésta contenía una versión muy similar a la verdad histórica. No estamos cerrando el caso. No es un carpetazo, es un expediente abierto, es un informe de cómo vamos y tenemos el compromiso de avanzar hasta conocer la verdad y encontrar a los jóvenes.

Nuevamente salió en defensa del Ejército ante las críticas de los padres: Tenemos diferencias, ellos insisten en que el Ejército no está cooperando, que quiere que no se sepan los hechos. No estoy de acuerdo con eso, porque el Ejército ha entregado toda la información que tiene y ha ayudado mucho a esclarecer este lamentable caso de Ayotzinapa.

Refirió que le entregaron un escrito (la semana pasada) pidiendo información, sobre todo de documentos que supuestamente el Ejército no ha entregado y pedí al secretario de la Defensa un informe detallado que me entregó y ellos no quisieron recibir.

Al anunciar que se haría público el informe, las grabaciones que entregó el gobierno de Estados Unidos y la carta que les envió (que se negaron a recibir), López Obrador difundió en su conferencia la misiva, en la que destaca: sobre los documentos que están solicitando. En dicho informe se explica cuántas fojas y expedientes han sido entregados.

Es de especial interés que conozcan la versión o relatoría elaborada por el gobierno para partir de una idea que permita acercarse a lo que realmente sucedió, sustentado en pruebas.

En la conferencia dijo que “dicha versión se aleja de la llamada verdad histórica. Que es lo que dijo el abogado, que lo que está aquí en la relatoría es muy cercana a la versión de la verdad histórica. Ustedes van a leer la verdad histórica, seguramente está, y van a conocer la relatoría que presentamos. Lo que no queremos es ocultar ninguna información porque, si no, se cae en la manipulación”.

Considerado el punto de quiebre, López Obrador dio su versión sobre esas conversaciones por las cuales los abogados de los padres acusaron la falta de compromiso del Ejército. Esto surgió a partir de un documento en el cual un testigo o participante habla de que se ocuparon de 17 de los jóvenes. Me lo entregó a mí el general secretario y para que no quedara ninguna duda, se lo entregué a los padres y a los abogados. Generó hasta cierta molestia entre los abogados porque es muy fuerte la transcripción.

–Si se les entregó, ¿por qué lo piden?

–Porque ahora lo que quieren es la grabación y resulta que el documento aparece en los archivos, pero no hay grabación. Eso es lo que hay que ver y estamos investigando, pero existe el documento. Lo que tenemos no lo podemos, ni debemos ocultar. ¿Adónde está la grabación? Pues se está buscando. Acuérdense que llegamos aquí en 2018 y estos hechos sucedieron en 2014, y ya habían fabricado la llamada verdad histórica. Estamos reconstruyendo a partir de lo que existe.

Enfatizó en que no se admitirá y no nos vamos a quedar callados cuando se pretenda manipular en estos lamentables hechos, aunque sea el abogado de los padres (Vidulfo Rosales), o los miembros del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes o el Centro Miguel Agustín Pro.

Hay quienes no quieren transformar, quieren nada más estar administrando los dolores de la humanidad, se dedican a eso. Por eso mis diferencias con muchas organizaciones seudodefensoras de derechos humanos.

Sobre la posibilidad de extraditar a Tomás Zerón, responsable de construir la verdad histórica, aseveró que ha enviado cartas a primeros ministros de Israel que ofrecieron colaboración, pero son intereses, porque están protegiéndolo, cuando este señor participó en actos de tortura. No puede el gobierno de Israel protegerlo, ningún gobierno puede proteger a un torturador, mucho menos Israel.