Martes 26 de septiembre de 2023, p. 5
Con el fin de impactar, conmover, pero sobre todo motivar al público a interesarse en la danza, el fotógrafo David Flores Rubio captó con su cámara a bailarines de géneros diversos.
Una muestra de ese trabajo se presenta en la exposición Danzografía, que se inauguró en el Salón Malafama (Michoacán 78, colonia Condesa). Está integrada por 30 imágenes que plasman no sólo la anatomía de los intérpretes, sino también su esencia.
Mi fotografía está orientada a que las personas tengan ganas de ir a un escenario a ver danza. Gran parte de mi trabajo se utiliza en carteles promocionales de grupos y bailarines. Está enfocado en dar visibilidad a este arte
, reitera el autor en entrevista con La Jornada.
Flores Rubio relata que desde hace 15 años ha estado involucrado en el arte dancístico, porque tiene amigos bailarines y, en Hermosillo, Sonora, asistió a ediciones del festival Un Desierto para la Danza, donde conoció el trabajo de compañías como Quiatora Monorriel y Antares.
Al ver las propuestas artísticas de las compañías y estar en contacto con los intérpretes en los ensayos, Flores Rubio decidió convertirse en fotógrafo especializado en baile. El artista explica que a medida que profundizó en la disciplina de la danza le interesó más difundir el trabajo de los bailarines; además, se percató de que es una profesión compleja.
Para mí, es vital visibilizar lo que hacen los bailarines, pues es una de las vías que más contribuye a su crecimiento artístico, debido a que se traduce en más público en las butacas de los teatros; en la medida que se conozca su trabajo, los artistas podrán sobrevivir. La situación para cualquier persona dedicada al arte es muy complicada.
Una imagen abre puertas
En la charla, el fotógrafo afirmó que una imagen es la puerta de entrada a todo, y eso se ve en las redes sociales. Estamos expuestos a millones de mensajes visuales diarios, y eso tiene un gran impacto
.
En el caso de la danza, el espectador puede ser atraído por el movimiento del cuerpo, la expresión del intérprete y la belleza de la persona.
En las fotografías de Flores Rubio, más allá de mostrar un movimiento, se plasma la libertad del bailarín para transmitir su esencia. En algunas imágenes se aprecia la fuerza de los cuerpos, los músculos, las extremidades alargándose, pero también hay delicadeza y sensualidad.
Con su cámara, Flores ha inmortalizado la magia de un momento, de movimientos de bailarinas como Claudia Lavista, Yansi Méndez, Paola Hernández, Rosalí Arias, Marién Pérez, Estefi Villa y Carolina Patiño, así como de los bailarines Yabil Recamier, Walter Sarez y Lupillo, entre otros.
Sobre su trabajo, Flores Rubio comenta que es fotógrafo de estudio, aunque también suele hacer capturas en el escenario y en la calle.
En mi estudio hay objetos para poner a los bailarines en aprietos; por ejemplo, tengo un banco y una cuerda, pero también los intérpretes llevan cosas; la idea es contar con un espacio privado para que sean ellos mismos. Mi finalidad, cuando llega un bailarín al estudio, es que me utilice para hacerse un autorretrato y reflejar su esencia.
El artista aclaró que como fotógrafo le interesan los bailarines, y la importancia que tiene un buen cartel. Mi gran propósito es ser fotógrafo de danza, no de ballet ni de contemporáneo. En la exposición hay fotos de bailarina de folclor cubano, de ballet, de todo tipo de danzas
, concluyó.
La exposición Danzografía, de David Flores Rubio, podrá visitarse en el Salón Malafama (Michoacán 78, colonia Condesa), concluye en noviembre.