El gobierno federal tiene la responsabilidad de que las personas que ejercen el trabajo sexual cuenten con acceso a condiciones laborales y de salud seguras y justas, aseveró la directora de la Coordinación de los Institutos Nacionales de Salud, Carla del Carmen Toledo Salinas.

En la presentación del Manual de autocuidado de la salud en el trabajo sexual, la titular del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el sida (Censida), Alethse De la Torre Rosas, señaló que es necesario reconocer a las personas dedicadas a esta labor, proteger sus derechos humanos y hacer frente a la lucha contra la pandemia del VIH, el estigma y la discriminación.

El trabajo sexual no menoscaba en ningún sentido los derechos humanos de quienes lo ejercen. Sin embargo, es frecuente que en la práctica, distintas autoridades pasen sobre sus derechos y las hagan víctimas de persecución y de hostigamiento bajo el pretexto de alterar el orden público y la salud pública, denunciaron durante la presentación del documento en el Centro Nacional de Derechos Humanos (CNDH) Rosario Ibarra de Piedra.

La funcionaria aseguró que este manual, elaborado por Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer con la Secretaría de Salud y Censida, se enfoca en una visión de prevención para el ejercicio pleno del trabajo sexual y el bienestar físico, mental y social.

El objetivo del manual es brindar información a las personas dedicadas al trabajo sexual, a las promotoras comunitarias y al personal de salud, y pone en el centro del debate un punto crucial: la salud es integral y la decisión es personal. Centrando el análisis y debate entre las trabajadoras sexuales, cisgénero o transgénero.