Taxco De Alarcón, Gro., Al menos ocho poblados de Taxco de Alarcón, en el norte de Guerrero, están sometidos por la delincuencia organizada; esto ha provocado que no se hayan designado comisarios municipales, falta de maestros, campesinos que no pueden acudir a sembrar y que la gente se desplace a Morelos, la Ciudad de México o de nueva cuenta emigren a Estados Unidos, acusaron los pobladores.

La disputa principalmente es entre los grupos delincuenciales La familia michoacana y Los Tlacos, que ha dejado decenas de víctimas, aunque la violencia va en ascenso desde el 5 de febrero de 2018, cuando fueron ejecutados en la carretera federal Taxco-Iguala Iván Añorve Jaimes y Germán Muñiz García, sacerdotes de las parroquias de La Sagrada Familia, en Acapulco, y San Cristóbal, en Eduardo Neri, respectivamente.

En 2021, el alcalde Mario Figueroa Mundo, de Fuerza por México, reconoció que su gobierno no tenía capacidad para enfrentar al crimen porque se trata de delitos del fuero federal.

Asimismo, durante la celebración de Semana Santa en Taxco –una de las tradiciones más famosas en el país y que atrae a miles de turistas–, los participantes denunciaron que fueron extorsionados y amenazados por la delincuencia organizada.

Sin embargo, en los últimos meses la situación de inseguridad llegó a los poblados de Temaxcalapa, Huixtac, Ojo de Agua, Paintla, Zapoapa, Ojo de Agua, Santiago, Paintla, San Juan, Cerro Gordo y Atzala, por mencionar algunos, aunque también a lo largo de la carretera Taxco-Iguala, desde Metlapa, Puente Campuzano y Tecalpulco hasta Taxco El Viejo, se han perpetrado ejecuciones.

A finales del año pasado, capos de grupos delincuenciales citaron a los comisarios municipales de la mayoría de estas localidades a una reunión a la cabecera municipal de Tetipac, en la zona norte, donde les informaron que a partir de ese momento la empresa, como se nombra la agrupación criminal, estaría a cargo de su seguridad, pero la orden no fue aceptada por la mayoría de los líderes de las comunidades.

En lo que va del año en Huixtac, un poblado de mil 200 habitantes, la mayoría campesinos y artesanos, ha habido tres secuestros, dos en marzo y otro en junio, entre ellos el de un ciudadano con residencia en Estados Unidos, quienes después de permanecer cautivos fueron liberados, aunque nadie sabe si se pagó algún rescate.

Antes, en la vecina comunidad de Temaxcalapa, el pasado 27 de febrero fue levantado el servidor de la nación Miguel Huerta Torres, sin que hasta el momento se conozca su paradero.

Debido a la inseguridad, habitantes de Huixtac y Temaxcalapa acordaron que no se nombraría comisario municipal hasta que el gobierno estatal brinde seguridad. En algunos pueblos incluso se suspendió la ceremonia del Grito, la noche del 15 de septiembre.

Ángel Remigio Zenón, vecino de Huixtac, explicó que se consideró riesgoso poner a un ciudadano al frente a la comisaría, debido a que sería blanco fácil para la delincuencia, que lo presionaría y sometería a para trabajar a su favor.

Asimismo, la inseguridad en varias localidades de Taxco ha provocado la falta de maestros, que decidieron irse o pedir sus cambios de centros de trabajo para salvaguardar su vida.

Los habitantes de estos pueblos exigen a los tres órdenes de gobierno una estrategia de seguridad, pues se ha frenado la derrama económica que llegaba de Estados Unidos y no ha sido inaugurado el Banco del Bienestar que atendería a todos los asentamientos pertenecientes a los bienes comunales de este pueblo.

La mayoría de los profesores tienen miedo

En un recorrido realizado a mediados de la semana en los poblados de Huixtac y Ojo de Agua, ubicados al poniente de Taxco, se comprobó la falta de docentes, principalmente en las escuelas de nivel básico, por lo que en reiteradas ocasiones se ha solicitado a la Secretaría de Educación Guerrero que envíe profesores para evitar el rezago educativo, pues los niños son los más afectados.

En el caso del jardín de niños Benito Juárez, la maestra Celia Martínez, además de impartir clases a 15 alumnos, funge como directora, conserje, sicóloga, trabajadora social y encargada administrativa.

Mientras, en el plantel 203 de Telebachillerato, la docente Karina Hernández Medina y otros dos maestros imparten clases a 31 estudiantes de cinco comunidades, pero no se cubren todas las materias.

En el vecino poblado de Ojo de Agua la situación es más compleja, denunció el comisario municipal, Efraín Martínez, pues en la primaria La Luz de los Campesinos la profesora encargada de la enseñanza de 18 alumnos de los seis grados no regresó para iniciar el ciclo escolar y desde entonces no hay clases.

Entre los maestros hay temor. No quisieron hablar de la inseguridad, pero los pobladores denunciaron que este año un maestro fue secuestrado.