Domingo 24 de septiembre de 2023, p. 6
San Sebastián. El público de San Sebastián agradeció ayer a Jordi Évole el trabajo realizado en No me llame Ternera y aplaudió durante cinco minutos al terminar la primera proyección del documental con público, a la que también aasistió Francisco Ruiz, víctima de un atentado terrorista de Josu Ternera en 1976.
El público ovacionó la cinta y lanzó gritos de ‘bravo’, previo al coloquio que ofreció Évole y el codirector del documental, Màrius Sánchez. Durante el visionado del documental, el público se rió con algunas palabras de Josu Ternera, como cuando afirma que él está en el País Vasco a lo que Évole responde que esa parte corresponde a Francia.
También el público se burló cuando el protagonista reconocía que era extraño
que él leyese el último comunicado de ETA cuando ya no formaba parte de la banda terrorista, como asegura en el documental.
Antes de la charla, durante los aplausos, Évole abrazó a Francisco Ruiz, lo que provocó que el auditorio K2 se pusiese en pie. La víctima también elogió a Jordi Évole su fenomenal
trabajo en el documental. Hemos descubierto que durante 55 años ha habido un terrorismo que nos ha atemorizado a todos, no solamente a las personas que éramos de la Guardia Civil o policía
, indicó.
Francisco Ruiz relató su experiencia cuando abandonó el hospital después de cinco meses al haber recibido 12 balazos. Me tuve que marchar del País Vasco y huí como un apestoso. Mi mujer y yo decidimos irnos a Ciudad Real sin un duro. No tuvimos apoyo del gobierno español ni del vasco ni de la sociedad. Nos tocó dejar atrás a la familia y marcharnos con cuatro hijas y sin un duro. Fue muy penoso
, recordó, antes de añadir que a su llegada a Ciudad Real tuvo que pedir a Cáritas ayuda y una casa.
Por último, reivindicó que los años de terrorismo de ETA tienen que aparecer en los libros de texto porque los jóvenes no saben nada de Miguel Ángel Blanco ni de Txapote. Sería bueno que en los colegios se explicase la historia del terrorismo y asesinatos
.
Enfrentar el pasado
Ya en el coloquio, Jordi Évole tomó el micrófono para reconocer que siempre que acaba de ver No me llame Ternera termina abatido porque la película muestra momentos duros. Me ha reconciliado el aplauso que le han dado a Francisco
, comentó.
Un miembro del público agradeció al festival el visionado de esta cinta porque se han decantado por la libertad
y ha defendido que este tipo de documentales son muy necesarios para reflexionar y ayudar a crear un futuro mejor
.
Ese conflicto larvado todavía subsiste y creo que es muy importante la palabra y la imagen para que se pueda resolver. Hay que hablar y enfrentarse al pasado, en el cual hay una serie de personas que quisieron soñar con liberar a su pueblo y se llenaron las manos de sangre y eso es algo que está ahí
, comentó una persona del público.
Posteriormente, otro hombre reconoció que Josu Ternera lo ha decepcionado
porque ha visto a un hombre sin futuro
y criticó que más de 500 personas quisieran impedir el estreno sin verlo antes. El trabajo que hay que hacer es reunirnos gente de ideología diferente, hablar, dialogar y buscar la verdad y la justicia
, solicitó.
Antes de finalizar el coloquio, otro asistente dio a los directores la enhorabuena por estar en San Sebastián pese a la campaña existente. Dicen que ha habido blanqueamiento pero para nada. Has sacado el látigo y has demostrado lo que es Josu Ternera. Tenemos que mirar para delante, sin olvidar lo que ha pasado atrás
, precisó.
Por último, Évole cerró el coloquio asegurando que los que hacen ruido
no son tantos. Si fuesen muchos, hoy estarían aquí en la puerta con una manifestación, en cambio no hay nadie. La gente que ha venido a verlo le podrá gustar más o menos, pero ha habido tolerancia y respeto
, sentenció.