Política
Sábado 23 de septiembre de 2023Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Infancia y sociedad

Dos Patrias, dos hijas

Andrea Bárcena
S

on mellizas y son artistas. Nacieron en México de padre chileno y madre mexicana.

ARAUCARIA es música de tango, jazz y folclor. Ha llevado a Chile el son jarocho. La Colectiva de Jaraneras en Chile con más de 25 mujeres es un brote de esa semilla plantada en el sur. Participan en marchas feministas, tienen postura política y organización autogestiva.

El pasado 20 de septiembre dieron un concierto en la fiesta patria de la embajada de México. En el Estallido Social del 18 de octubre 2019, las Jaraneras de Chile marcharon en Santiago con sus jaranas, flores y faldas rojas, y cantaron coplas de Violeta Parra y Víctor Jara al ritmo del son jarocho:

“De nuevo quieren manchar/ Mi tierra con sangre obrera/ Los que hablan de libertad/ Y tienen las manos negras…”

ACOYANI es actriz, poeta, dramaturga y gestora cultural. Vive en Madrid. Allá ha publicado cuatro libros de poesía, tres de teatro y también en varias antologías. Fue primer lugar del Premio Joven de Relato Corto del Ateneo de Navarra, con su De Gato Gordo. Hace tres años convoca a poetas de todas las edades y países a su fundacional evento mensual Fe de Erratas. De su Animalario (Huerga y Fierro Editores), va un trozo de Premonición (El hombre nuevo en Chile), escrito durante el estallido social de 2019:

“Veo a Víctor Jara atravesando la tierra/ en dirección opuesta a la gravedad/ rasgar las piedras con sus dedos recuperados/ con sus manos enteras devueltas desde lo eterno/ lo veo hacer aparecer su guitarra y evocar canciones en la voz del pueblo…”

Desde la primera vez, en junio de 1973, voy y vengo de Chile. Me enamoré de sus músicos y poetas: Violeta Parra y Nicanor, Gabriela Mistral, Huidobro, Neruda, Víctor Jara, Inti-illimani, Quilapayún… Me cautivó la dulzura soterrada de un pueblo digno que no se deja. Ni pena ni miedo es el geoglifo de resistencia que el poeta Raúl Zurita instaló en el desierto de Atacama, excavado en tres kilómetros.

Gracias a la vida que me ha dado tanto, me dio el privilegio de dar vidas nuevas, como flores, sobre la brutal dictadura pinochetista. ¡Nunca más¡ Ni allá, ni acá.

(Para Wilfredo Guzmán)