Xalapa, Ver., La directora de salud del municipio de Tihuatlán, Ruth Alamilla Olguín, y su hija Margarita, de 23 años, fueron privadas de la libertad por un grupo armado en dicha localidad y horas después halladas sin vida en Venustiano Carranza, Puebla, dieron a conocer fuentes policiales.

De acuerdo con el reporte preliminar, el pasado miércoles ambas fueron sustraídas de un gimnasio ubicado en el poblado Plan de Ayala por un grupo de sujetos que portaban armas largas y pasamontañas.

Después de un fuerte operativo de búsqueda implementado por corporaciones de los tres órdenes de gobierno, los cuerpos de dos féminas (con las mismas características y ropa) fueron encontrados en el campo 767 de Petróleos Mexicanos, en la comunidad El Lindero, municipio de Venustiano Carranza, dio a conocer la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla.

El sitio donde los efectivos efectuaron el hallazgo está a unos 20 kilómetros de donde fueron plagiadas las víctimas; al lugar se trasladaron elementos del Ejército Mexicano, Seguridad Pública y de la fiscalía poblana.

Según el informe, los cadáveres presentaban heridas de bala, además de que estaban amarrados de pies y manos; tenían a su lado una cartulina con un mensaje donde un presunto grupo delincuencial se adjudicaba el crimen.

La doctora Alamilla Olguín era hermana del ex director de salud de Poza Rica, Abraham Alamilla, y era ampliamente conocida en esa región por las diferentes actividades altruistas que realizaba.

A través de un comunicado, la FGE de Veracruz, encabezada por Verónica Hernández Giadáns, dio a conocer que inició una carpeta de investigación para esclarecer los hechos ocurridos en Tihuatlán y que trabaja de manera coordinada con su homóloga poblana.

Fiscales, peritos y elementos de la policía ministerial llevan a cabo, desde el momento en que se tuvo conocimiento del suceso delictivo, las indagatorias para dar con el paradero de los responsables, refirió.

Allegados y personas que conocían a la doctora Alamilla acudieron ayer hasta su domicilio para colocar veladoras, en espera de que las autoridades ministeriales hicieran entrega de los cuerpos para que se efectúen los funerales correspondientes.