Viernes 22 de septiembre de 2023, p. 26
Santiago. Temperaturas muy altas marcaron el invierno austral de este año en el Cono Sur americano, donde además del cambio climático, el fenómeno de El Niño hizo que los termómetros rozaran 30 grados en Buenos Aires y provocó intensas lluvias en Chile o ciclones en el sur de Brasil.
En agosto, se vivieron olas de calor en Argentina, Uruguay y Chile. En localidades como Tartagal, en el noroeste de Argentina, la temperatura alcanzó 40.2 grados Celsius, mientras en Vicuña, al pie de la cordillera andina, a unos 450 kilómetros al norte de Santiago, se elevó a 37 grados, la más alta en 70 años.
Pero también hubo lluvias torrenciales en Chile, las mayores en 30 años, que dejaron inundaciones, seis muertos y extensas zonas afectadas por una sequía de 13 años, como el centro del país, rico en producción agrícola.
En Muçum y otras ciudades del estado Río Grande do Sul, en Brasil, un ciclón provocó grandes inundaciones y deslaves que dejaron 46 muertos a inicios de septiembre. El río Taquari se desbordó, lo que golpeó zonas elevadas y apartadas de su cauce. En esta región de Brasil fronteriza con Uruguay, este invierno hubo granizadas, vientos fuertes y tempestades. Más de 147 mil personas fueron afectadas en todo el estado brasileño.
Expertos prevén que estos eventos extremos comiencen a ser habituales, producto del cambio climático que agrava los efectos de fenómenos meteorológicos como El Niño y La Niña.
Lo más probable es que ya no tengamos más escenarios con lluvias bien distribuidas y temperaturas amenas en los próximos años
, dijo a la Afp Pedro Côrtes, profesor del instituto de Energía y Ambiente de la Universidad de Sao Paulo.
Brasil vivió el mes de julio más caluroso desde 1961. La temperatura promedio fue un grado más alta respecto del periodo 1991-2020, de acuerdo con el Instituto Nacional de Meteorología de Brasil (Inmet).
Las regiones que más experimentaron el aumento de temperatura fueron el sur de la Amazonia, el centro-oeste del país –corazón del agronegocio–, y la región sur.
En julio, los termómetros en el centro y norte de Argentina se elevaron con valores de hasta 6 y 7 grados por encima del promedio, mientras en Santiago de Chile el promedio de temperaturas máximas para el trimestre junio-agosto fue de 17.3 grados Celsius, el cuarto más alto desde 1960.
Este incremento de las temperaturas podría deberse a una sequedad de la atmósfera. No es el cambio climático el único responsable
, explica a la Afp Matías Pino, meteorólogo de la Dirección Meteorológica de Chile.
En Uruguay, el invierno se caracterizó por un déficit en las precipitaciones muy marcado (...) y por temperaturas elevadas
en comparación con los últimos 30 años, dijo la meteoróloga Madeleine Renom, profesora de la Universidad de La República.
La cantidad de agua que cae anualmente es parecida, pero ahora son lluvias muy fuertes en poco tiempo, causando destrucciones en áreas agrícolas y de infraestructura urbana
, explica Adolfo Pria, profesor de la Universidad Nacional de Brasilia en el área de agricultura y medio ambiente.
Pría destaca que la concentración de lluvias con vientos fuertes presenta un riesgo para plantaciones expuestas a una erosión agresiva del suelo, como la soja y el maíz, de las que Brasil es el primer y segundo productor mundial, respectivamente.
La sequía venía golpeando las economías de varios países de la región, como Argentina, donde el gobierno estimó las pérdidas para este año a causa de la falta de agua en 20 mil millones de dólares, casi 3 por ciento del PIB.
Además, la sequía, que desde hace tres años afecta a la cuenca del Río de la Plata, impactó en el suministro de agua potable en el suroeste de Uruguay y en el agro.